estaban preciosas todas ellas,
iba muy contenta paseando por ahí
cada una de ellas con hermoso aroma
ví una, la más tierna de todas,
la corté,
cuando una espina quedó en mi mano
sangrando, me dejó una herida
la cual dolía demasiado.
De repente apareces tú,
mi príncipe azul,
te me acercas, y me das un beso
y me dices unas palabras,
es una herida, que duele,
pero esto no es eternamente,
eres tú amado mío,
Gracias amor, por haber llegado a alegrar mis días
este jardín se ha vuelto aún más hermoso
te amo...no lo olvides vida...